7 Noviembre, 2016
Salta incluye en sus áreas protegidas a una huerta orgánica
Una finca privada de la localidad salteña de Vaqueros, con una superficie de unas 33 hectáreas de las cuales un tercio son de remanente de bosque nativo, fue incorporada al Sistema Provincial de Áreas Protegidas de Salta, bajo la categoría de Reserva de Usos Múltiples, la granja además brinda talleres a escuelas para la promoción de las buenas prácticas sustentables.

La Finca orgánica “La Huella” que produce a través de métodos agroecológicos productos saludables y sustentables, libres de agroquímicos fue incluida por el gobierno salteño al Sistema Provincial de Áreas Protegidas. Esta incorporación sirve para fomentar y asegurar la participación privada en la conservación y promoción de producción orgánica y sustentable.
La finca orgánica tiene 33 hectáreas y gran parte de su superficie cultivable es un remanente de bosque nativo. De ahora en más será además de una huerta una Reserva de Usos Múltiples.
“La incorporación de áreas protegidas privadas es una estrategia que busca incrementar la participación activa del sector privado en la conservación y sirve para desarrollar unidades que promuevan actividades productivas sostenibles”, afirmó a La Gaceta de Salta, Irene Soler, Secretaria de Ambiente provincial.
La Huella es una finca que además de tener una huerta orgánica, tiene un pequeño rebaño de ovejas, un sector dedicado a la apicultura, un vivero y un espacio llamado “La Granjuela” que usan como plataforma natural educativa para que escuelas e Instituciones visiten. Los niños allí reciben recomendaciones sobre cómo alimentarse y aprender sobre el manejo de una granja.
La familia De Souza Correo Lubel, propietarios de la finca firmaron el convenio con la titular de Ambiente. La tarea de la finca trasciende el hecho productivo, ya que utilizan métodos agroecológicos que ayudan a la protección del medio ambiente y a la conservación de la biodiversidad. En la huerta no usan ningún producto químico.
Para realizar la cosecha la finca llama a voluntarios que además son capacitados en las buenas prácticas orgánicas y de sustentabilidad.