26 diciembre, 2019
Tucumán tiene su primera estación biológica
En villa Batiruana, biólogos de la Unidad Ejecutora Lillo (UEL), vecinos, la Hidroeléctrica Tucumán y alumnos de escuelas de La Cocha y de Alberdi inauguraron una casa donde se hará ciencia de la naturaleza y se pondrá al alcance de todos.

Investigadores de la UEL, dependiente del Conicet y de la Fundación Miguel Lillo (FL) cumplieron el sueño de crear la primera estación biológica tucumana donde hacer gran parte de su trabajo, que consiste en identificar, describir, clasificar, agrupar y nominar la biodiversidad tucumana.
Claudia Szumik, entomóloga y flamante directora de la UEL, explicó a La Gaceta que en villa Batiruana hay serranías y zonas biogeográficas típicas de la provincia: yunga, bosque chaqueño, pastizales de altura. “Una estación biológica aquí, sabíamos, daría soluciones logísticas para investigadores y becarios, y también la posibilidad de un proyecto común a los que amamos la naturaleza: el estudio de la biodiversidad de nuestra provincia accesible a toda la comunidad”, expresó.
Así quedó inaugurada en Batiruana la primera estación biológica tucumana, gracias al esfuerzo de muchos biólogos, con el apoyo y el compromiso de la comunidad de Batiruana, de las autoridades comunales de la zona, de la Fundación Lillo y del Conicet, de la hidroeléctrica que funciona con las aguas del embalse y de mucha gente.
Además de facilitar colección, separación y estudio del material in situ, la estación será sede de cursos de grado y posgrado en campo y pasantías, pero también de cursos para la comunidad, tanto sobre la flora y la fauna locales como sobre qué es investigar y por qué es importante. Se proyecta además un pequeño museo, como referencia para la comunidad y para reforzar la posibilidad del ecoturismo, sumado al desarrollo de senderos de interpretación.