29 Junio, 2011
La Higuera
Fue una de las primeras plantas cultivadas por el hombre. Son una importante fuente natural de energía; no contienen grasas ni colesterol ni sodio.

La higuera (Ficus carica L.) es un árbol cultivado desde épocas remotas. Es originaria de Asia occidental y del Mediterráneo, donde se encuentra en abundancia, y se cultiva en diversas partes del mundo. Se conocen más de 30 variedades de higos que se clasifican en blancos, colorados y negros, y, tienen el contenido de azúcar más alto que cualquier otra fruta. Su rusticidad y su fácil multiplicación hacen de la higuera un frutal muy apropiado para el cultivo extensivo. El árbol, que alcanza una altura de entre 5 y 8 metros, es de madera blanda, de hojas grandes, verdes y brillantes por el haz, y grises y ásperas por el envés. Sus flores, unisexuadas, están distribuidas por la superficie interna de un receptáculo lobuloso abierto en un extremo (ojo); este receptáculo, tras la fecundación, se hincha y se vuelve carnoso, formando una masa rica en materias azucaradas: el conjunto es un fruto múltiple (sicono), la breva o el higo. La higuera es una planta muy longeva, que bien cuidada, puede estar en producción más de 50 años. Son rústicas, de hojas ásperas, y se adaptan a cualquier tipo de suelo.
– La higuera tolera bien las altas y las bajas temperaturas vegetando con normalidad. Se encuentran higueras en regiones muy variadas, de climas diversos.
– A diferencia de la mayoría de los árboles, no desarrolla una única raíz principal, sino que son varias las que nacen del tronco.
– Se conocen más de 750 especies, de todas las regiones cálidas, siendo la más conocida la higuera ordinaria, originaria de Oriente.
– La higuera florece entre la primavera y el otoño, sus flores invisibles, de color amarillo, se encuentran dentro del receptáculo que se convertirá en higo. La mayoría de higueras cultivadas sólo poseen flores femeninas.
– Las higueras no suelen abonarse directamente. Se benefician de los elementos nutritivos que se incorporan para fertilizar los cultivos asociados. El árbol agradece mucho el abonado nitrogenado en cuanto a su desarrollo vegetativo, pero los frutos, aunque aumentan de tamaño, pierden calidad en lo referente a su sabor y conservación.
– La plantación se realiza en hoyos de forma rectangular de 1 m de largo y 0,40 m de ancho, con una profundidad de 0,50 m. Las estacas se colocan inclinadas o curvadas en forma de L, sobresaliendo de 15 a 20 cm del terreno. Suele abrigarse con tierra la parte que asoma, colocando unas señales que indiquen donde están plantadas las higueras para reconocimiento fácil de los operarios que tengan que cultivar el terreno.